Ciudad de México
Después de la agresión que sufrió el fin de semana en el estado de Veracruz, en donde una persona le arrojó una botella de agua mientras le gritaban ¡Dictador!, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que pueden estar tranquilos después de los hechos, pues “ya no hay reprensión”.
En este sentido, señaló que este acto es debido a que “les molesta mucho que no haya corrupción, cuando ellos se dedicaban a saquear”.
“No pasó a mayores, entiendo que están enojados, que están molestos por los cambios realizados”, apuntó.
Asimismo, hizo un llamado a actuar con mucha prudencia y no caer en ninguna provocación, pues «tenemos que terminar sin masacres, sin desaparición de nadie, sin tortura, sin perseguir a ningún periodista, sin censura».